En la plaza de San Pedro de El Vaticano, en medio de una concentración de 10.000 fieles, el papa Juan Pablo II recibe dos disparos, uno en el abdomen y otro en el codo, mientras saluda a la concurrencia desde un vehículo descubierto; dos peregrinas, Annie Odre y Rose Hall, de origen polaco y jamaicano respectivamente, también resultan heridas en el tiroteo. El pontífice es trasladado al policlínico Gemelli, en Roma, donde se le salva la vida tras una intervención quirúrgica de más de cinco horas de duración. El autor del atentado es detenido e identificado como Mehmet Alí Agca, perteneciente a la organización ultraderechista turca Bozkurt ("Lobos Grises") y de quien inicialmente se presume que ha actuado solo, aunque posteriormente se sospechará que ha formado parte de una conspiración en la que estaría implicado el servicio secreto búlgaro.