21 de mayo de 1927
El piloto e ingeniero estadounidense Charles Augustus Lindbergh, que había despegado de Nueva York el día anterior a bordo de un avión monoplano de un solo motor, el Spirit of Saint Louis, con la intención de realizar la primera travesía aérea del Atlántico sin escalas, aterriza en el aeródromo de Le Bourget, París, tras un vuelo de 33 horas, 30 minutos y 29,8 segundos.