En Viena, una manifestación de estudiantes y obreros asalta el lugar en la que se reúne la Dieta de la Baja Austria e inicia una marcha sobre el palacio imperial, exigiendo la adopción de medidas políticas liberales y la dimisión del canciller, el príncipe Klemens Wenzel Nepomuk Lothar von Metternich, restaurador y defensor del Antiguo Régimen en Europa tras el fin del Imperio napoleónico; al día siguiente, la magnitud de la protesta, convertida en movimiento revolucionario, obliga a Metternich a renunciar al poder después de 47 años de servicios y a abandonar el país.