8 de agosto de 1788
Luis XVI convoca los Estados Generales para mayo de 1789 ante la situación de crisis que sufre la monarquía absoluta francesa y cuyos factores son la creciente demanda de reformas políticas, la coyuntura económica negativa que sume a las clases urbanas populares y a los campesinos en la carestía y la miseria, y la llamada "revuelta de los privilegiados", que se opone a las reformas que buscan acabar con el caos del fisco estatal.