Se firma en la localidad de Guadalupe Hidalgo el tratado que pone fin a la guerra entre EE.UU. y México, iniciada en 1846, y que certifica la victoria norteamericana en la misma. De acuerdo con el tratado, México abandona cualquier pretensión sobre Texas y cede a EE.UU. los territorios de Nuevo México y Alta California (actuales Estados de Nuevo México, California, Arizona, Nevada, Utah y parte de Colorado) y una porción de Tamaulipas, las tierras situadas entre los ríos Bravo y Nueces; de este modo, la frontera entre ambos países se fija en el río Bravo (o Grande) y en el Gila, afluente del Colorado. Como compensación a las anexiones y a la ocupación sufrida, el gobierno norteamericano abona al mexicano 18 millones de pesos. En total, México pierde mas de dos millones y medio de kilómetros cuadrados, casi el 50% del territorio que se emancipó de España.