En representación de Brasil, Uruguay y Argentina respectivamente, el consejero imperial Francisco Octaviano de Almeida Rosa y los cancilleres Carlos de Castro y Rufino de Elizalde firman en Buenos Aires un tratado secreto de carácter ofensivo y defensivo contra el Gobierno de Paraguay, presidido por el mariscal Francisco Solano López, que ha emprendido acciones militares contra territorios e intereses brasileños y argentinos. Según dicho tratado, conocido como el de la Triple Alianza, los tres países acuerdan no firmar la paz por separado, que Paraguay se hará cargo de las indemnizaciones de guerra y que ésta no cesará hasta que Solano López sea desalojado del poder, además de establecer que la misma se dirige contra el mencionado presidente y no contra el pueblo paraguayo y que se respetará la independencia, soberanía e integridad de la República del Paraguay, aunque Argentina y Brasil estipulan repartirse determinados territorios reclamados también por dicho país; la dirección de los ejércitos aliados recae en el general Bartolomé Mitre, presidente de Argentina.