27 de noviembre de 1919
Bulgaria y las potencias vencedoras en la Primera Guerra Mundial firman el tratado de Neuilly, por el que la primera pierde Tracia occidental en beneficio de Grecia y, por lo tanto, el acceso al mar Egeo, y Rumania confirma su posesión de la Dobrudja; además, el Ejército búlgaro es privado de aviación y reducido a 33.000 miembros.