7 de noviembre de 1938
Herschel Grynspan, súbdito judío polaco de 17 años y de familia deportada de Alemania, pretende asesinar al conde Johannes von Welczeck, embajador alemán en París, como represalia por la expulsión del III Reich de 15.000 judíos polacos, pero por error dispara contra el tercer secretario de la embajada, Ernst von Rath, que morirá dos días más tarde. El atentado servirá de pretexto para que los nazis desencadenen la violencia antisemita en Alemania durante la llamada "Noche de los cristales rotos" (Kristallnacht).