5 de junio de 1967
El Gobierno de Israel da la orden de desencadenar una ofensiva militar, sin previa declaración de guerra, contra Egipto, Jordania y Siria, y en 6 días sus tropas ocuparán Belén, Jericó, Jerusalén, la isla de Tirán y el territorio hasta el Canal de Suez; Kuwait y Sudán declaran la guerra a Israel, pero no llegarán a intervenir por la brevedad de las hostilidades. Las grandes potencias declaran su neutralidad en el conflicto.