26 de marzo de 1908
En la Audiencia Provincial de Barcelona (el actual palacio de la Generalitat de Catalunya), empieza la vista pública del proceso contra una banda terrorista liderada por un antiguo anarquista, Juan Rull, que aprovechaba el clima de agitación social del momento para estafar a las autoridades presentándose como una red de vigilancia destinada a prevenir atentados a cambio de una retribución, pero que en realidad los cometía si por el motivo que fuera no recibía la cantidad convenida. Rull, el principal encausado, será condenado a muerte y ejecutado.