Tercera guerra carlista. Después de que el pretendiente al trono español, Carlos VII, abandone momentaneamente el país ante el curso desfavorable del conflicto, se firma el convenio o convención de Amorebieta, que prevee la entrega de las armas por parte de los carlistas y su compromiso de evitar nuevos levantamientos a cambio de un indulto generalizado y la posibilidad de reincorporarse al ejército nacional, además de consentir el paso libre hasta la frontera de aquellos que no quieran permanecer en España. Ninguno de los firmantes del convenio sería respaldado posteriormente por su bando, lo que reavivaría la guerra.