25 de julio de 1934
En un intento de situar Austria bajo el control político del III Reich alemán, 154 miembros de las SS austriacas, disfrazados de policias y militares, penetran en el edificio de la cancilleria en Viena para dar un golpe de Estado apresando al Gobierno, pero solo logran retener al canciller, Engelbert Dollfuss, al vicecanciller y a un secretario de Estado. En la confusión del momento, con tropas de la policia y del ejército leales al gobierno rodeando la zona, los nazis disparan sobre Dollfuss, que cae herido de muerte. Finalmente, el golpe es sofocado.