16 de agosto de 1519
En el transcurso de su expedición hacia el Imperio azteca, el conquistador español Hernán Cortés manda embarrancar y barrenar sus naves para abrir vías de agua y evitar cualquier fuga de los hombres que no secundan su rebelión frente a la legalidad del gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar. Deja una intacta para mantener las comunicaciones directas con España. Posteriormente, se formará la falsa leyenda de la quema de naves.