3 de septiembre de 1982
El general Carlo Alberto dalla Chiesa, de 61 años, prefecto de Palermo, responsable de la lucha contra la Mafia a escala nacional y exjefe de los servicios antiterroristas italianos, y su esposa, Emanuela Setti Carraro, de 32, son asesinados a tiros con un fusil de asalto Kalashnikov en el interior de su auto en Palermo. En el atentado también muere un miembro de la escolta del general, Domenico Russo. Aunque el crimen es reivindicado telefónicamente por una organización terrorista, el Partido de la Guerrilla, se sospecha de la implicación de la Mafia y de políticos confabulados con esta.