24 de marzo de 1980
El arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, que ha denunciado reiteradamente la represión y la violación de los derechos humanos que sufre la población de El Salvador a manos de los llamados "escuadrones de la muerte", las Fuerzas Armadas y las facciones ultraderechistas del país, es asesinado por un francotirador mientras oficia una misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia, en la capital salvadoreña; la responsabilidad el crimen se atribuye al líder de uno de dichos "escuadrones", el mayor Roberto D’Aubuisson, pero nunca se podrá acusar a nadie directamente de la autoría del mismo.