Una carreta cargada de explosivos estalla en la calle Saint-Nicaise de París después de que el Primer Cónsul de Francia, Napoleón Bonaparte, haya pasado por allí en su carroza para dirigirse a la Ópera a escuchar la representación del oratorio La Creación, de Franz Joseph Haydn. El atentado, conocido con el nombre de "la conspiración de la máquina infernal" y del que Napoleón sale ileso, provoca 22 muertos y un centenar de heridos y destruye o afecta 46 casas. Los responsables del mismo son los realistas François-Joseph Carbon, Pierre Robinault de Saint-Régeant y Joseph Picot de Limoëlan; los dos primeros serán detenidos y ejecutados y el tercero huirá a los Estados Unidos. Este intento de asesinato se considera el primero de la historia en el que se usa un coche bomba.